diumenge, 10 de febrer del 2013

Cosas que hacer a menos peich grados

Este mes está siendo sorprendentemente movido. Hacemos cosas, que por lo visto es algo muy catalán, según Rajoy. Nos compramos una palangana con la que tirarnos por las laderas nevadas de los parques, he hecho curling y ayer nos metimos en un antro muy del gusto Metaldefenders.

El que más disfruta del clima invernal es Ángel, que sale a la calle como un Huscky enfarlopado, a pisar toda la nieve virgen que ve.


yo siendo arrastrada en una palangana por la bufanda, a falta de trineo y perro
yo antes de perder la dignidad y dejarme arrastrar...
Con una buena capa de nieve, hasta la mierda tiene un no se qué virginal y poético.
Ángel haciendo el ángel (ésta era fácil, eh?)
fractales de nieve en unas escaleras
oh! un coche que parece un muffin de nata! ¡qué perfección! ¡vamos a joderlo un poco!



 
La tormenta y el viento dejaron unos dibujos en la nieve que me recuerdan a los de la arena en la playa. Parecen curvas de nivel.
Ángel escalando el famoso pico de Parc Extension
Una persona ocurrente le añadió un poco de color a la nieve en vistas de San Valentín (la semana que viene)
Saludando a Palas, que está un poco desubicada en medio de tanta nieve. ¿Qué pinta esta mujer aquí? En realidad es la plaza de un ghetto griego.
  Otra cosa que mola del frío es lo que viene después. ¡Comida! mmmm!!! A la izquierda unas sopas phô que hice con caldo de pollo, gengibre, cilantro, cebolleta, limón y poco más. A la derecha un descubrimiento bueno-bonito-barato: Batory (sugerente nombre, eh?), una tienda de alimentación y pequeño restaurante polaco. Lo que me estoy jalando se llaman pierogis y se parecen a los pelminis rusos (un poco más elaborados). Buenísimos!



A la izquierda, muffins salados hechos con mi nuevo instrumentos. Son tan fáciles de hacer que aún no me lo creo.  la derecha, un costillar de cerdo "barbacoa". También muy fácil. Mezclas en un tazón ketchup con otra salsa picante, aliñas con pimentón, pimienta, tabasco... lo que te apetezca. Embadurnas y al horno unos 25 minutos hasta que la carne se hace y la salsa se transforma en una crosta....mmmm...



El martes de esta semana fui a hacer curling con mis compañeros de trabajo y moló mil. Costó un mogollón organizarlo (no fui yo, fue una heroína estudiante de doctorado, nos tocó de noche, entre las 19 y las 21h) y es caro (15$ por persona). Muy divertido. Se hacen dos equipos (en nuestro caso de 3 personas cada uno) y en cada ronda uno lanza (con el objetivo de que la piedra de 20kg aterrice en la diana en la otra punta de la pista) y los otros dos "barren". Se van alternando los equipos hasta que las rocas acaban en la otra punta de la pista y se juega el resto del revés, en dirección contraria. Lo primero que sorprende es que el hielo no resbala tanto. Lo segundo es que la escoba es sorprendentemente útil. Sin ella te caerías cuando lanzas, y además "barrer" delante de la piedra realmente hace que vaya más rápido, e incluso que vaya por donde tú quieres. Lo último, es que al final acabas magullado y dolorido, con lo que DEBE ser un deporte, la petanca helada de las narices!


Estos son unos que saben
esta soy yo por el suelo

compañeritos.

El fin de semana pasado conocimos accidentalmente a dos tíos en una pinchada de barriles especial en el ViceVersa. Estaba tan lleno de gente que nos sentamos en la mesa de dos desconocidos, muy latinamente (los tíos estaban alucinando, bastante incómodos). Pero como somos adorables, acabamos hablando de todo y de nada y uno de ellos se dio cuenta de que Ángel había colaborado en una cerveza que por aquí ya es hasta famosa. El otro es el propietario de un sello discográfico de cosas rarunas (doom, brutal, grind... un rollo Voliac!). Vamos, que eran dos heavies cervezófilos. Nos invitaron a un concierto en una iglesia desconsagrada a la semana siguiente y para allí que nos fuimos ayer. No está ni lejos (en un extremo de una línea de metro) pero tienes que ir expresamente allí, no hay nada cerca. La iglesia presbiteriana tiene pinta de chalet por fuera (no dirías nunca que fue una iglesia). Pagamos 5$ por barba (insultantemente barato para lo que es la vida aquí) y tocaron 4 grupos (de los cuales vimos 3). Uno doom, otro rollo In Flames (que me gustaron, con una cantante chilena muy broncas, muy Angela Gossow) y uno ambient que acabó con mi paciencia y me quitó las ganas de quedarme hasta el final.





El garito se llama Death Church y lo lleva una comunidad de 15 punkies que están reclutando personal nuevo (raro eh? en la casa de la muntanya o miles de viviendas hay cola para entrar). Lo más raro, en realidad, es que pagan un alquiler, aunque sea bajo, a la iglesia. No existen los okupas como tales aquí. ¿Por qué? bueno, la vivienda está barata, tanto la alquilada como la comprada, así que no hay nada que reivindicar. Si vas tan de alternativo que entras en una casa abandonada (que no las hay, se vigila mucho el parque de viviendas), y aunque pinches la electricidad de una farola, te van a faltar servicios básicos sin los cuales morirás, como una buena calefacción. Ayer en la iglesia hacía calor (!!). Y nadie fumaba, otra cosa que me llamó la atención (aunque había un sótano donde un grupo se estaba crujiendo a porros, otra cosa graciosa porque aquí el consumo de matuja está más que tolerado). Con uno de los heavies ya hemos quedado par hacer birra. No está mal, no?