dimecres, 29 de febrer del 2012

más sobre chuchos in the city

Extracto de conversación con un colega por el chat de fb hará un par de días...
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Colega

    • ¿Qué tal por ahí?

Yo

    • oh!
    • nieva...
    • ... tengo unos compañeros de curro que son unos hijos de puta
    • básicamente
(...)

Colega

    • Ja ja
    • Te veo quemadilla ¿eh?

Yo

    • yeah
    • no lo niego
(...)

Colega

    • Bueno
    • Take it easy
    • Pronto llegará la primavera

Yo

    • um

Colega

    • O allí no hay?

Yo

    • aquí hay un fenómeno un poco jodido ligado a la primavera
    • para empezar dicen que no, que empalmamos directamente con un calor de 40º

Yo

    • y para seguir, parece ser que el deshielo deshiela toneladas de mierda de perro acumuladas durante el invierno y abandonadas por sus amos a la intemperie
    • y apesta

Colega

    • En serio?

Yo

    • la semana pasada tuve un "hint" del fenómeno pero Crom es misericordioso y ha enviado medio metro de nieve a Montreal
    • totalmente en serio

Colega

    • Qué horror, amigos!

Yo

    • JAJA
    • XD
    • cosas que nunca dicen en la Lonely Planet!
    • ¡vengan a Montréal, amigos, es maravilloso!
    • (o no!)

dimarts, 21 de febrer del 2012

Pequeños placeres



No diré en sustitución de qué. El viernes vi a una señora mayor, latina, bastante ajada, volver a su casa en bus después de hacer la compra, por la noche. La mujer abrió una caja de frambuesas en su asiento y se las comió a hurtadillas, mirando de reojo y con gran deleite. Con culpabilidad también, pero pese a eso -o precisamente por eso- con gran placer. A saber qué proporción del presupuesto familiar se estaba comiendo a toda prisa antes de volver a casa. Y qué golosina más lujuriosa: no es chocolate, no está manufacturada ni envuelta... y sin embargo tiene ese color rosado, esa textura aterciopelada y blandita... esas bolitas dulces que explotan en la boca liberando su ... me entraron unas ganas terribles de comerme una caja de frambuesas. Y es exactamente lo que me acabo de jalar de postre.


Nunca comerse las uñas fue tan nutritivo y sano.

dilluns, 13 de febrer del 2012

No es macabro es... lo siguiente

Esto va con ocasión del día de los muertos... ¿ah? ¿Que es el de los enamorados? Joder, es que con esto de que aquí no hay Corte Inglés voy a acabar confundiendo las estaciones y todo. Perdón!











Esto es el cementario de Nôtre dame des Neiges, a 2 minutos andando de la Universidad...

Grande Gueule

...un post que también se podría titular "how to make friends and influence people".
Hay gente que lo tiene, hay gente que no lo tiene. Yo, definitivamente, carezco de ese "algo" que hace que la gente caiga bien a la primera. No entro por los ojos, y cuando abro la boca sube el pan a niveles nunca vistos en la Alemania de entreguerras... Y lo sé. Y sin embargo, sigo abriendo la boca y significándome a la primera de cambio. No sé lo que es la estrategia. La única ventaja que le veo es que luego cuesta menos hacer la criba... pocos resisten la primera impresión, y eso ya les vale cierta simpatía.

Verán ustedes, he caído en un departamento donde la gente es bastante carca, conservadora... por no decir otra cosa. Los estudiantes llevan traje, tirantes, gomina... los profesores emiten opiniones a la hora de la comida cuando menos chungas (verbigracia: la culpa de esta crisis es de la gente que ha vivido por encima de sus posibilidades en EEUU, Grecia, España...) y los becarios las corean : "oh, sí, yo aún diría más". Y siendo consciente de este contexto, he empezado la conversación de la hora de la comida así:

-Ay! esto es desesperante... llevo meses esperando que en España la gente reaccione, salga a la calle y empiece algo parecido a una revolución y ponga al gobierno contra las cuerdas, y, ¿para qué? Los griegos lo hacen y, pese a todo, las medidas neoliberales salvajes se siguen aprobando...

Bueno... os ahorro cómo ha degenerado la conversación. Sólo os diré como ha acabado. Con mi jefe diciendo que el aborto es una cuestión de DERECHOS DE LA INFANCIA. Habéis leído bien, no de la mujer. Menos mal que es la mar de salao y majo, porque si encima nos sale borde... Total, que se ha escenificado la fractura entre ELLOS y... yo. No hay nadie más de este lado. Nadie mínimamente progre en el departamento, no digamos ya... en fin. Que no sé si es porque el día ha salido gris o qué, pero hoy echo seriamente de menos a mi gente.

dimarts, 7 de febrer del 2012

Atchím!


Un mes he aguantado, exactamente, o un poco menos. Y mucho es. Al mes, mis defensas han flaqueado, y se me caen los mocos, me duele la garganta... en fin, todo el cuadro. Estoy shunga. Todo empezó como una "pasa". Mira que mis compañeros de curro son poco cariñosos y muy despegados... pues no sé cómo nos las hemos apañado para pegarnos un bicho los unos a los otros, más eficientemente que en una guardería.

Empezó el anglófono chalao que tiene todos sus títulos (hasta los de cursos de lenguas de verano) enmarcados y colgados de las paredes de su apartamento (sí, no en casa de sus padres o en un rollo para cuando has de sacar fotocopias compulsadas). Siguió el que tiene pinta de "joven alemán motivado de los años 30" (qué buena soy para hacer perífrasis cuando me pongo, ¿eh?), y que encima tiene como extraño objeto de estudio la influencia de los genes en el voto. A continuación pillaron el brasileño al que le hacen el vacío, como a mí, y el belga visitante, que es medio normal -aunque un animal académico, por lo tanto no de mi especie- y hasta majo. Y me tocó.
Empezó como un "gato en la garganta" la semana pasada, siguió con dolor de tráquea, flojera muscular... y el jefe, que es muy comprensivo, me dijo "agua caliente con limón" (rollo: aquí no deja de venir a trabajar ni Chus).

El virus se fue y se quedó una sospecha de bronquitis, con sus fogonazos de fiebre, que estoy controlando de cerca. No tengo aún derecho a la sanidad pública, y aunque me hice un seguro privado patatero por internet, activarlo va a ser un show, así que estoy esperando a ver si la cosa va a peor. Tiré, como todo autónomo y gran parte de la población ibérica -proporción en aumento gracias a los recortes en sanidad- de la automedicación. Me encaminé a una de las maravillosas droguerías-perfumerías-farmacias todo en uno a surtirme de lo que uso en estos casos -como paso previo e ingenuo a los inevitables antibióticos-, a saber: paracetamol, ibuprofeno y acetilcisteína -para licuar los mocos-. Pero sólo para averiguar que nada de esto se vende en los lineales. Aunque sí puedes encontrar umm.. no sé... tratamientos en óvulos para infecciones vaginales por hongos, por ejemplo.

Toootal, que me he provisto de la purga del tío Benito (una especie de frenadol caliente que está hasta bueno) y del bálsamo de Fierabrás (una pastilla verde con un poco de todo pero muy light, el analgésico se llama acetanomifeno y creo que no aliviaría ni el dolor provocado por una depilación). Dispongo también de la tutía, que es un jarabe expectorante flojísimo (principio activo: guaifenesina, que como su nombre indica, es súper guay). Y por último tengo la Panacea universal, que es el remedio indicado por mi jefe (que es muy listo y sabe de todo) mejorado con jengibre rallado y miel. Y mucha agua. Y pañuelos de papel. Y una caja de antibióticos de amplio espectro -procedente casi seguro del mercado negro- que me ha regalado compañero belga poco rancio del que os hablaba antes y que he dejado sobre la mesa de mi escritorio. Me he dado 48 horas para empezar a comérmelos de dos en dos.