diumenge, 27 de gener del 2013

Un domingo invernal cualquiera


Domingo casero. Como el fin de semana pasado tuve que ir a Quebec capital, éste me que he quedado por el barrio. Como cada vez que pasa esto (muy a menudo en Invierno), ha tocado maratón de cocina. Gracias a un cuidadoso planning nos cascamos varias horas de cocina y eso evita casi tener que cocinar el resto de la semana. Para esta semana hemos hecho:

-litro y medio de caldo de pollo con carcasas compradas en el chino y restos de verduras (si nos pusiéramos chulos podríamos hacer hasta croquetas con la carne que se ha separado de las carcasas, pero sería un poco excesivo...). Para sopas y para el estofado (ver abajo).
-un kilo de judías verdes para acompañar todo lo que viene ahora.
-albóndigas de bacalao (desalado en casa) con tomate. Cuatro raciones.
-litro y medio de crema de calabaza y zanahoria.
-medio litro de salsa de tomate.
-1kg de yogur (sí, hijos... eso es La casa de la Levadura, todo lo que fermente y haga fermentar es bienvenido en mi casa, aunque yo el yogur no lo toque ni con un palo largo)...
-Estofado de ternera. Tres raciones.
-Dos contramuslos de pollo en pepitoria.
-Un kilo de lentejas estofadas.
-un pastel de zanahorias (que creo que está un poco crudo en el centro...)
-un pan de unos 600g.
-Hummus, unos 400g.



El día más o menos está yendo así: me he levantado tarde. He desayunado en plan canadiense (con huevos! Por cierto, que hemos comprado unos huevos de doble yema en Jean Talon increíbles y muy baratos, serán de gallinas de Fukushima) y hemos ido a tirarnos en trineo por un montículo que han hecho para los niños en el parque Jarry. Para ello disponíamos de una magic carpet (una hoja de plástico duro, 1$ en el dollarama) y una especie de bandeja de plástico más robusto (3$ en Canadian Tire). A mí me daba un poco de palo porque competíamos con niños de chupete y sus padres por el montículo, pero no veas qué valor tirar a tu hijo en trineo por ahí, con la velocidad que se pilla y sabiendo que lo mismo aterrizas en la puerta de un garaje o el tronco de un árbol. Yo sólo me he tirado cuatro veces (aún me duele la espalda casi tanto como me dolía en navidad), pero ha estado bien. Luego para casa no sin antes alimentar ardillas (parece que cada vez hay menos y están más apollardadas...), fregoteo semanal y maratón culinaria con Carne Cruda de fondo (qué alivio que este programa haya vuelto a antena)... hemos acabado comiendo a las 16h (tarde hasta para los estándares españoles).


...Y no hay mucho más que contar... en realidad ha sido un buen fin de semana. La vecina parece que ha desistido de aprender a tocar el “Come as you are” de Nirvana con su guitarra nueva a las 23h de la noche. El potus del comedor reverdece. El frío parece que ha aflojado un poco (-15 en lugar de –25). Sigo sin resfriarme (cruzo los dedos)...

El viernes fuimos a cenar a un garito muy majo que hay cerca de casa (Dinette triple crown) y que parece que poca gente conozca... consiste en una enorme cocina, muros llenos de vegetales en salmuera y una pequeña barra cuadrada (se dedican más a hacer catering que a servir de comer ahí mismo). Hacen comida del sur de Estados Unidos...pollo frito, puré de patatas, boniato frito y cosas así (mmmm...). Como la vez anterior que fuimos, delicioso y “barato” para los estándares de la ciudad. Encima me quejé porque un cacho de pollo estaba aún sangrante (daños colaterales de ver el programa de Alberto Cochinote en diferido por lasexta.com). Y van y me reponen el cacho y encima me invitan al plato! (14$). El Dharma vino luego... queríamos comprar unas raquetas de nieve en el Canadian Tire y las más baratas estaban como a 90 (multiplicar por 2, calcular el número de veces que las vas a usar y salir corriendo de la tienda). El sábado pude por fin ver Django Desencadenado. Muy buena pero con demasiados elementos en común con Kill Bill y Malditos Bastardos. La parte más chula es que al salir nos dieron unos bonos para volver gratis otro día por no sé qué “problemas de sonido” que yo no detecté (creo que se equivocaron). A esto le sumamos que en el Chaval Blanc por fin tienen una cerveza buena (esto es, muy lupulizada) y el saldo da un fin de semana bastante majo. Aunque me haya pasado la mayor parte del domingo en pijama y cocinando y mi apartamento (y probablemente mi ropa también) vuelva a oler a vieja y tenga de nuevo tentaciones de vaciar un bote entero de Febreeze © sobre todo tejido que pille y, esta vez sí, vengan a sacarnos los bomberos y el servicio toxicológico de la casita de pin y pon.

dilluns, 7 de gener del 2013

Cosas que molan de Montréal: fanzine l'injecteur

Me gusta el fanzine L’injecteur, hecho por y para personas drogodependientes (infomanos, o "usuarios de drogas inyectadas o inhaladas"). Nada moralizante, increible  en esta ciudad en que las tías se comportan en las duchas de las piscinas como si tuvieran un górgona entre las piernas y otras dos en cada pezón -esto ya lo desarrollaré porque me tiene frita-.  Se edita para difundir información útil para los consumidores de estas sustancias, también para que sea un espacio de socialización entre ellos y con educadores y sanitarios y finalmente para cambiar la percepción que el resto de ciudadanos tienen de ellos. Aquí se puede aprender cuál es la estrategia casera más exitosa para reducir el consumo de cocaína o qué nueva droga es el Cocodrilo, una de las muchas nuevas basurillas baratas y letales que han emergido con la crisis económica.  Cultura alternativa de verdad, dibujos y textos de gentes sin las influencias habituales, mucho que contar y que expresar. Ah, y suelo encontrarlo en uno de mis garitos favoritos –lástima que casi sólo funcione como sala de conciertos, con el palo que me da a mí pagar por ver a una banda que no conozco...-, L'hémisphère gauche. Bonito nombre, ¿a que sí? Qué positiva estoy hoy, por Dio, sólo me falta ponerme begonias escarlatas en el pelo.